Once libros para conocer la historia de Francia

Con esta lista de libros de historia de Francia podrás hacer un recorrido por la vida de un pueblo que hunde sus raíces en la Edad del Hierro, la vieja Galia. Un territorio habitado por pueblos galos de origen celta que ha llegado a nuestros días convertida en una de las naciones europeas que más ha influido en el devenir de la historia del viejo continente.

Francia ha hecho un largo viaje por la historia en el que destaca una revolución que trasformó el mundo. La Revolución Francesa le dio a los pueblos la certeza de que podían cambiar la historia por sí mismos.

Todo esto y mucho más lo explican los libros que recomendamos a continuación. Si te interesa Francia y su sociedad actual. Si quieres conocerla para disfrutar su idioma, su arte, su arquitectura. Si quieres saber cómo ha llegado a ser la gran nación que es hoy, disfrutarás, con toda seguridad, de la lectura de estas obras.

Ensayos y más, sobre la historia de Francia

Historiadores y pensadores que repasan los hechos que construyeron la identidad francesa son los autores de las lecturas que siguen. Hay en los libros sobre la historia de Francia que recomendamos a continuación varias miradas, no sólo a las grandes batallas y las grandes conquistas sociales, hay también miradas a las costumbres y la vida cotidiana que vienen influyendo, desde lejos, en la vida actual del país galo.

Historia de Francia, de Roger Price

Partiendo de la Edad Media esta narración llega a nuestros días componiendo una guía clara y muy bien documentada del devenir de la historia francesa. Centrada en las relaciones entre el Estado y la sociedad, el impacto de las guerras, las luchas por el poder y cómo se ha utilizado éste a lo largo de la vida del país.

Analiza a personajes destacados como Felipe Augusto, Enrique IV, Luis XIV, Napoleón y De Gaulle y contextualiza sus trayectorias vitales dentro de los procesos de cambio de las estructuras económicas y sociales. Y ofrece, al mismo tiempo, una valiosa información sobre la vida de los hombres y mujeres corrientes.

Esta edición fue revisada en profundidad y tiene un capítulo nuevo sobre la Francia contemporánea. En él se ofrece un recorrido por una sociedad y un sistema político en crisis. Refleja el aumento del desempleo, el problema de un sistema educativo lleno de errores, las crecientes tensiones sociales y raciales, la corrupción, el ascenso de la extrema derecha, y una pérdida generalizada de confianza en los líderes políticos.

La entidad a la que denominamos Francia es fruto de una evolución centenaria, durante la cual la acción política y el deseo de engrandecimiento territorial de los sucesivos monarcas, ministros y soldados impulsaron la unidad de varias regiones. Con todo, dicha evolución no fue lineal ni sus resultados obvios, por lo que conviene evitar la tentación de una explicación de carácter teológico. El factor clave de este proceso fue la aparición de un Estado relativamente fuerte en Île-deFrance y la expansión de su autoridad.

El otoño de la Edad Media, de Johan Huizinga

El otoño de la Edad Media, es un retrato de la vida, el pensamiento y el arte durante los siglos XIV y XV en Francia y los Países Bajos. Publicada en 1927, se ha convertido en un clásico sobre el tema.

En estos estudios sobre la forma de la vida y del espíritu de la era medieval Johan Huizinga reconstruye la época y sus motivos impulsores: la concepción jerárquica de la sociedad, el ideal caballeresco, el sueño del heroísmo, la imagen idílica de la existencia, la idea de la muerte, los tipos de religiosidad, la decadencia del simbolismo, la sensibilidad artística, las formas de trato amoroso, la imagen y la palabra.

El otoño de la Edad Media, subtitulado Estudios sobre la forma de la vida y del espíritu durante los siglos XIV y XV en Francia y los Países Bajos es considerado una de las obras pioneras en el campo de la llamada Historia de las mentalidades.

Según el autor, el libro es un intento de comprender mejor la obra de los hermanos Hubert y Jan van Eyck y del resto de pintores conocidos como primitivos flamencos.

La intención de Huizinga fue opuesta a la tendencia a ver los últimos siglos medievales como un adelanto del Renacimiento. En sus páginas hay la un retrato del último período de la Edad Media que refleja no como se prepara lo que le sigue, sino cuales son los elementos que la definen y que se van a extinguir.

El caballero, la mujer y el cura, de Georges Duby

Subtitulada El matrimonio en la Francia feudal, es ya un clásico del historiador francés Georges Duby, que demuestra que la historia no sólo se escribe desde los hechos más espectaculares y relevantes, como las conquistas, la guerra o los descubrimientos.

Duby indaga en lo cotidiano para responder preguntas como éstas: ¿Es el matrimonio una institución inmutable? ¿Qué influencia tuvieron en su conformación la Iglesia y la sociedad feudal?

El caballero, la mujer y el cura aborda la conformación del sistema matrimonial del Occidente cristiano y cómo la unión conyugal se convierte en reflejo del equilibrio de poderes de la sociedad feudal: la relación entre señores y vasallos reproducida en la relación marido-mujer y el papel ordenador, en lo moral y en lo jurídico, de la Iglesia.

Pero la unión conyugal controlada por el clero no logra imponerse más que tras una larga lucha entre los señores feudales y la Iglesia que culmina en el siglo XII. Ésta es también la historia de ese conflicto, que desemboca en un nuevo equilibrio y el surgimiento de una renovada moral del matrimonio.

Ciudadanos, de Simon Schama

Ciudadanos no es un libro más sobre La Revolución Francesa. Es la mejor crónica sobre uno de los periodos estelares de la humanidad. Una mirada a un proceso que cambió para siempre la historia de Europa. Con ella vino un cambio en el que hombres y mujeres pasaron de ser sujetos a ser ciudadanos.

Simon Schama parte de la idea de que la fe de los ciudadanos en la libertad fue la causa, más que el producto, de la Revolución francesa. Con esa premisa el autor dibuja un país en ebullición en el que se hunden las diferencias entre nobles y plebeyos, en un escenario de hambre, ira, terror y muerte.

Schama enmarca la historia en imágenes y artefactos, calendarios y cerámicas que narran la historia social, cultural y política, y desde un punto de vista lúcido, nos acerca más que nunca a la realidad humana de aquella revolución.

Los elogios de la crítica ante Ciudadanos fueron muchos. Sólo como ejemplo dejamos aquí el siguiente:

Deslumbrante… supera todos los elogios. Schama describe en las páginas de este maravilloso libro las vicisitudes de ese mundo con una comprensión, sabiduría, compasión y verdad inigualables. Bernard Levin

Breve historia de la Revolución Francesa, de Iñigo Bolinaga

Ayudado por multitud de imágenes y cuadros explicativos que ayudan a entender la narración, esta es otra mirada a la Revolución Francesa.

Riguroso, breve y ameno, el libro hace un recorrido por la situación económica, social y política de una Francia en crisis, en la que retrata también la aventura ruinosa en lo económico, de la intervención en la guerra de independencia de Estados Unidos. Ambas miradas son fundamentales para comprender las causas directas del estallido revolucionario.

Sus páginas reflejan los ideales ilustrados, y porqué surgió la explosión de violencia popular que cambió las normas sociales del mundo.

La Revolución francesa es, sin duda, un acontecimiento imprescindible para entender la historia del hombre, porque marcó la historia contemporánea occidental.

Hermanos de armas, de Larrie D. Ferreiro

A finales de 1776, apenas seis meses después de la histórica Declaración de Independencia de los Estados Unidos, la Revolución americana agonizaba. Nueva York había caído y el Ejército Continental de George Washington se batía en retirada. Filadelfia, sede del Congreso Continental, parecía tener las horas contadas.

Aquella nación recién nacida no tenía marina, ni artillería, ni preparación militar, ni pólvora, y no tenía posibilidades reales de derrotar a Gran Bretaña, necesitaba ayuda externa.

Este ensayo, del que tienes una reseña aquí, es apasionante y exhaustivo. Fue finalista del premio Pulitzer, demuestra que sin el apoyo diplomático, financiero, militar y naval de España y Francia, la causa estadounidense no hubiera sido un éxito.

La intervención cambió un conflicto doméstico en una guerra global que se libró en tres continentes, de la Luisiana y la Florida españolas a las costas de Francia, de Gibraltar a la India. Es un ejemplo de lo que es una coalición de países enfrentados a un enemigo común.

Biografías que son historia de Francia

Las biografías de personajes relevantes están siempre entroncadas con la historia de sus países. Proponemos a continuación las de tres personajes imprescindibles en la historia de Francia. Dos mujeres y un hombre que aportaron, en tiempos distintos, lo mejor y lo peor de sí mismos para tejer momentos estelares de la historia del país galo.

Juana de Arco, de Mark Twain

Considerado el Dickens estadounidense, Mark Twain dejó en la biografía de Juana de Arco, que él consideraba su mejor trabajo, un magnífico relato realista, lleno de vigor, evocador y dramático, que lleva al lector a la Guerra de los Cien años a través de la figura extraordinaria y valerosa de una mujer impresionante.

La biografía de Juana de Arco te conducirá por una Europa cristiana envuelta en llamas y una Francia que estaba en peligro de perder su territorio.

En ese contexto surge en Orleans una joven doncella que, al oír la llamada de unas voces, entiende que es Dios quien la convoca e intenta, nada menos que, solventar el conflicto.

Con la ayuda leal de Louis de Conte, escudero de Juana y compañero de sus triunfos en el campo de batalla, Juana protagoniza una de las más increíbles leyendas de caballería, incluido su trágico final que la llevó a morir quemada viva en la hoguera.

Napoleon, de Andrew Roberts

El historiador inglés Andrew Roberts ha demostrado que su pluma está regada con una genial capacidad narrativa y un inusual talento para contar la historia.

Roberts descubrió nuevos documentos cruciales y repitió, siglos después, el viaje en barco de Napoleón a Santa Helena e investigó cincuenta y tres escenarios bélicos en los que combatió Napoleón. El resultado es una titánica obra maestra, que retrata a este controvertido personaje, un hombre que fue capaz de modificar la historia.

Tienes ante ti la escenificación de batallas decisivas como Austerlitz, Jena, y Marengo que te ayudarán a entender lo que significa la audacia en las maniobras militares.

La crítica fue unánime al considerarla la biografía definitiva del general francés. El The Sunday Times la describió como Una biografía enorme, rica, profunda, ingeniosa, humana y admirable que es un placer de leer.

Catalina de Médicis, de Leonie Frieda

Una lectura apasionante sobre la vida de Catalina de Médicis (1519-1589), conocida como la Reina Negra y el gusano de la tumba de Italia, pero que según su nueva biógrafa, Leonie Frieda, guarda una verdad bien distinta.

A Catalina, que fue criada en la corte florentina con toda la opulencia que merecía su apellido, la desposó su tío el Papa, con Enrique, duque de Orleans, que era hijo del rey Francisco I de Francia.

Con sólo catorce años sufrió la humillación constante de su marido que estaba enamorado de la bellísima Diana de Poitiers, su amante. Siendo ya rey de Francia, en 1559, Enrique murió de en un accidente durante una justa y Catalina se vio envuelta en la cruel vorágine de la política del poder francés.

Viuda y reina madre, con cuarenta años se convirtió en la figura más importante de Francia durante las tres siguientes décadas, demostró ser una magnífica estratega política y una conspiradora implacable.

Su biografía es un recorrido por el siglo XVI con el hilo conductor de esta valiente mujer que gobernó Francia con una gran determinación, a pesar de las trabas de sus enfermizos y corruptos hijos, tres de los cuales llegaron a ser reyes de Francia, aunque ninguno de ellos acumuló tanto poder como su madre.

Leonie Frieda cuenta una historia fascinante, con la que hace justicia de Catalina, en la que encontrarás incesto, atroces guerras de religión, asesinatos, veneno, ciencias ocultas y, en palabras de la misma reina, pasión y venganza. Una lectura apasionante que te llevará a vivir las intrigas palaciegas de la corte francesa.

Lo recomendamos encarecidamente porque la historia está basada en una prodigiosa investigación, una biografía erudita que sin embargo se lee con facilidad y entusiasmo. Por algo el libro es un bestseller en el ámbito de los libros de no ficción.

Novelas con historia de Francia como telón de fondo

Y por último dos novelas que miran entre sus personajes las circunstancias históricas en las que crecen sus vidas. Los dos autores pintan dos frescos coloridos y llenos de vida cuyas formas son historia de Francia, y sobre ellos se mueven las aventuras, los sueños y las frustraciones de unos protagonistas que te atraparán entre sus páginas.

Historia de dos ciudades, de Charles Dickens

El título Historia de dos ciudades hace referencia a París y Londres en los años sacudidos por la Revolución Francesa. Tales son los escenarios de esta novela llena de acción y aventuras que salta de una orilla a otra del canal de la Mancha y que ofrece un vivo retrato del ambiente y los acontecimientos del París revolucionario dominado por la sombra de la guillotina.

Entre los muchos y pintorescos personajes que discurren por sus páginas, sobresalen los de Charles Darnay y Sidney Carton, quienes, marcados por muy distintos orígenes y peripecias vitales, acaban fundiendo sus existencias como dos caras de una misma moneda.

Rojo y negro, de Stendhal

De Stendhal decía Ortega y Gasset que era «el archinarrador ante el Altísimo». Esta novela fue una obra cumbre del siglo XIX.

Publicada en 1839, Rojo y negro tiene, como todas la novelas de Stendhal, un trasfondo histórico y social, que aquí es la Francia de la Restauración, en la que enmarca el relato de la ambición y la fuerza de voluntad de Julien Sorel, un plebeyo provinciano, inconformista y rebelde.

Basada en un suceso criminal publicado en la Gazette des Tribunaux, tiene un título muy simbólico que su autor explicó afirmando que por «rojo» entendía la carrera criminal y por «negro», la eclesiástica.

Ambas son las dos únicas salidas posibles del protagonista, un apuesto joven sin recursos que, apoyándose en su inteligencia, recibe del bondadoso cura de su pueblo una educación privilegiada.

A esto se une su afán de poder. Ayudado por su imaginación exaltada y por la irresistible seducción que ejerce sobre las mujeres, alimenta sin reparos su inquebrantable resolución de encumbrarse y hacer fortuna.

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