Los siete mejores libros sobre el Cid Campeador
Pocos personajes hay en la historia de España más célebres que Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como el Cid Campeador. Su figura inspiró desde poco después de su muerte diferentes mitos, historias que sobrevivieron durante siglos y que, en la actualidad, sigue presente en el cine y la televisión y, por supuesto, en la literatura y la historiografía.
Es probable que nunca sepamos del todo quién fue el Cid, algo que motivará que sigan apareciendo interpretaciones diferentes y a veces contradictorias sobre su figura, ¿fue un mercenario, un vasallo leal de su señor, un defensor de la cristiandad? Lo que está claro es que fue un personaje con una vida apasionante. Os recomendamos siete mejores libros sobre el Cid.
Índice
El Cid. Historia y mito de un señor de la guerra, de David Porrinas González
De la mano de David Porrinas González viene uno de los libros más actuales e interesantes sobre el Cid. El historiador extremeño nos presenta aquí a un Campeador que aprendió pronto a desenvolverse con naturalidad en los campos de batalla de una Península Ibérica compleja.
El libro de Porrinas González, con una fantástica labor de documentación, pone en duda con sólidos argumentos algunas de las convenciones más extendidas sobre el Cid. Además lo hace con sencillez en una obra que es un gusto leer y que se pasa volando. Lee aquí la reseña que hicieron nuestros compañeros de Rea Silvia.
Porque Rodrigo Díaz, el Cid Campeador, tiene un magnetismo que atrapa, un «algo» que seduce. Si así no fuese, no se habrían producido tantos «cides» diferentes desde, prácticamente, el fin de su existencia física hasta hoy. Pocos personajes históricos han generado tantas y tan dispares opiniones y versiones, tantas representaciones, debates y polémicas, admiraciones y aversiones, manipulaciones y malentendidos.
El Cid. Historia y mito de un señor de la guerraTapa blanda. 440 páginas. Desperta Ferro.Comprar
El Cid histórico, de Gonzalo Martínez Diez
Otro de los grandes libros de historia sobre el Cid es el de Gonzalo Martínez Diez, por algo ha sobrevivido dos décadas en librerías. Al igual que el de Porrinas González, es de fácil acceso para todo lector interesado en conocer en profundidad al personaje.
El Cid histórico se apoya también en numerosas fuentes y plantea buenos argumentos. También lo hemos querido incluir porque no coincide en ciertas cosas con el anterior. Como decíamos, hay muchas formas de interpretar a Díaz de Vivar y, por suerte, el lector español tiene a mano dos de los mejores estudios, ambos accesibles, que hay para conocer mejor al Cid.
El Cid históricoTapa blanda. 480 páginas. Booket.Comprar
Cantar del Mio Cid, de Anónimo
Los mayores interesados en el Cid querrán leer el archiconocido Cantar del Mio Cid, un cantar de gesto anónimo del siglo XIII que relata las aventuras de Rodrigo Díaz de Vivar. Aunque hay diferentes crónicas más cercanas al momento en que vivió, es este escrito el que comenzó a forjar la leyenda y fama del Cid.
La edición que recomendamos de Austral viene con el texto antiguo tratado por Ramón Menéndez Pidal, una prosificación moderna a cargo de Alfonso Reyes, está prologado por Martín de Riquer y tiene una edición y guía de lectura de Juan Carlos Conde. Sin duda, todo un lujo de edición de un manuscrito único, y que no deja de ser asequible.
En el año 1099, cuando Rodrigo Díaz de Vivar moría en Valencia, ya existía la Chanson de Roland que hoy leemos, y hacía por lo menos treinta años, como atestigua la Nota Emilianense, que la leyenda de Roncesvalles era conocida en España. El Cid, héroe épico, oyó recitar, sin duda alguna, cantares de gesta muy parecidos a aquel que luego narró sus hazañas, y hablaba el romance castellano en un estadio de evolución muy parecido al del cantar que lleva su nombre.
Cantar de Mio CidTapa blanda. 480 páginas. Austral.Comprar
El Cid (Clásicos adaptados), de VV.AA.
Aunque la edición de Austral que hemos recomendado del Cantar del Mio Cid viene con recursos suficientes para comprenderla, también hay versiones adaptadas para los más jóvenes que facilitan, y mucho, el acceso a este clásico y al personaje.
La edición que hemos escogido, de Vicens Vives, viene con una breve introducción a el Cid como figura histórica y como mito literario. Seguido de esto, comienza el clásico en un formato adaptado que facilita la lectura. Una opción por la que apuesta muchos colegios.
Los héroes de las epopeyas y gestas antiguas y modernas son en muchos casos fruto de la imaginación individual o colectiva. Algunos de ellos, no obstante, están inspirados en personas de carne y hueso cuya fama las convirtió en figuras legendarias, hasta el punto de que resulta muy difícil saber qué hay de histórico y qué de inventado en el relato de sus hazañas. En este, como en tantos otros terrenos, el caso del Cid es excepcional.
Sidi, de Arturo Pérez-Reverte
La historia novelada de uno de los personajes históricos del pasado español más conocidos contada por uno de los novelistas españoles más exitosos del momento. Difícilmente esta combinación podía salir mal y, como era de esperar, Sidi se ha convertido en uno de los lanzamientos literarios más exitosos del pasado año.
Arturo Pérez-Reverte ha conseguido escribir aquí uno de sus mejores libros. Su lectura te atrapa y se hace difícil dejar de leer. Entre las aventuras de el Cid, que ya de por sí son apasionantes, y la pluma de Pérez-Reverte hacen de Sidi una forma muy recomendable de acercarse a la figura de Rodrigo Díaz de Vivar.
No tenía patria ni rey, sólo un puñado de hombres fieles.
No tenían hambre de gloria, sólo hambre.
Así nace un mito.
Así se cuenta una leyenda.
El Cid. Simplemente Rodrigo, de Carlos del Soto
En esta ocasión tenemos también una novela histórica, y con una perspectiva interesante. Carlos del Soto se propuso contar las aventuras de el Cid en primera persona para transmitir al lector una perspectiva poco habitual.
Aunque el autor ha sido riguroso para documentarse, hay muchas partes del libro que son completamente noveladas. Al ser en primera persona y contar episodios íntimos y dejar reflexiones, hay muchos vacíos que llenar. Carlos del Soto nos deja, así, uno de tantos «cides», tan interesante como otros de los que ha habido y habrá.
Nunca pensé que una batalla fuese algo tan encarnizado. Hasta ahora, sólo había tenido contacto con las armas en los entrenamientos junto a mi buen amigo el príncipe Sancho…
Ahora, era distinto, muy distinto. En los entrenamientos, no veía correr la sangre de esta manera. Quizás la sangre de algún pequeño corte o rozadura, pero nada de importancia. En estos momentos, estoy viendo como los miembros de los combatientes son cercenados, las cabezas con el cuello casi cortado se tuercen hacia un lado y el cuerpo, que ya casi no las sostiene, se derrumba chocando contra el suelo. El campo es un barrizal, pero no es agua la que convierte la tierra en lodo, es la sangre… Gritos, se oyen gritos por todas partes. Lamentos y lloros. Sonidos desgarradores…
El Cid Campeador. Simplemente RodrigoTapa blanda. 468 páginas. Letrame.Comprar
El Cid (Integral), de Antonio Hernández Palacios
Si al principio de esta lista decíamos que el Cid había inspirado todo tipo de obras no podíamos olvidarnos de una de las más famosas. Los tebeos de Antonio Hernández Palacios hicieron soñar a varias generaciones de niños, tanto que su recuerdo pervive en nuestros días.
En un presente dominado por los superhéroes de Marvel y DC, es una noticia fantástica que se haya recuperado la obra de Hernández Palacios en un solo tomo que es un auténtico lujo.
El Cid. IntegralTapa dura. 216 páginas. Ponent Mon.Comprar
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