Veinticinco libros eróticos que hay que tener en la biblioteca
¿Unas fresas con champán? ¿Un exquisito chocolate? ¿Una ración de ostras? ¿Y porqué no un libro, o además un libro? Los libros eróticos están de moda y, aunque siempre han estado ahí, en la actualidad han surgido éxitos como la saga de Cincuenta sombras de Grey de E.L. James, o novelas romántico-eróticas como las de Megan Maxwell, que han impulsado la popularidad de este tema.
Hay en este género novelas de usar y tirar y auténticas joyas de la literatura universal. Pero tanto los clásicos como los novedosos tienen un mismo fin; invitar al lector a transitar por los senderos de uno de los placeres que nos mantiene vivos: el sexo.
El tema del erotismo se ha tratado en el arte y en la literatura desde tiempos remotos. Se ha hecho desde puntos de vista distintos, por la cultura de quien escribe o por el momento histórico. Se han mirado desde el punto de vista masculino, o desde el femenino, (aquí tendrían mucho que decir el feminismo), pero todos conducen a un mismo fin: el placer.
Para entender las actitudes de cada mirada, para inspirarse, o para alejarse de la rutina o de la soledad, o simplemente para pasar unas horas deliciosas. Aquí va nuestra lista. Esperamos que la disfrutes.
Índice
Libros eróticos que son excelentes manuales
El Kamasutra, de Mallanaga Vatsyayana
Empezamos con un clásico: «El KamaSutra». Un antiguo texto hindú, cuyo autor vivió entre el 240 y el 550 d.C., que habla sobre el comportamiento sexual humano. No es como se cree un manual de posiciones sexuales, sino un completo tratado del arte de vivir, orientado a la sexualidad más refinada.
Vatsyayana define el sexo como una «unión divina», que se consigue a través de doce maneras básicas de hacer el amor y ocho posiciones principales. El Kamasutra tiene un total de sesenta y cuatro «artes», que es el nombre que da el autor a la combinación de una forma de hacer el amor con una determinada posición.
Para Vatsyayana hacer el amor es el arte de jugar el uno con el otro, y entre juegos, descubrir cuáles son los puntos más sensibles de la pareja para procurarle placer.
El nuevo kama-sutra ilustrado, de Alicia Gallotti
Estamos ante una mirada distinta al clásico hindú. Reúne en sus páginas profusa y explícitamente ilustradas, todos los secretos de las artes amatorias y una auténtica guía para convertirnos en amantes expertos.
En ellas aprenderá el lector algunas variantes de los juegos eróticos preliminares, cuáles son las zonas erógenas del cuerpo femenino y masculino, las maneras de alcanzar el mayor grado de excitación, trucos para intensificar el placer durante el coito, o las técnicas para controlar la eyaculación y mantener la erección durante más tiempo, entre otras muchas artes amatorias.
El libro desgrana las claves para «bordar» posturas como la mariposa, el cangrejo, la araña, la tijera, o la boa, entre otras muchas.
No hay tabúes en sus páginas, es un compendio de la tradición y las necesidades modernas del sexo seguro. El sexo, esa actividad que debe entenderse tal como es: sano, imprescindible y desinhibido.
Libros eróticos que son novelas imprescindibles
Cincuenta sombras de Grey, de E. L. James
A las mujeres les gustan las fantasías sexuales porque lo más erótico de su cuerpo está en su cabeza.
Lo dice Erika Leonard James más conocida como E. L. James, autora de la trilogía erótica de «Cincuenta sombras de Grey», un llamativo éxito del mercado literario.
Anastasia Steele una universitaria virgen y alegre, conoce a un guapo, sofisticado y multimillonario Christian Grey con el que inicia una relación sadomasoquista. La autora la describe, sin ahorrar detalles, a lo largo de tres volúmenes repletos de azotes, esposas, sumisión y poder, que forman parte de un juego al que Anastasia entra libremente.
Pero la historia no es solo sexo, hay también mucho de romance prohibido y un uso muy conseguido de la erótica del poder.
Aunque ha sido llevada al cine con gran éxito, los tres libros siguen dando muchas alegrías a las editoriales.
La casa de las bellas durmientes, de Yasunari Kawabata
La casa de las bellas durmientes sobresale en la obra de del Premio Nobel Yasunari Kawabata. Magnífica, perturbadora, escalofriante meditación sobre la sexualidad y la muerte.
Narra las visitas del viejo Eguchi a una casa de citas para ver los placeres que allí se ofrecen gracias a unas jóvenes dormidas.
La única condición es no tener contacto con ellas que, narcotizadas por la dueña del burdel, siempre están dormidas. El viejo Eguchi, además de deleitarse con los bellos cuerpos de las jóvenes dormidas, rememora su relación con las mujeres de su vida: su esposa, su madre, su amante, sus hijas.
Ciento doce páginas le sobran al autor para arrastrar al lector por una historia llena de erotismo, lujuria masculina, vejez y violencia. Este exquisito bocado lo sirve Kawabata envuelto entre motivos tradicionales y modernos de la estética japonesa creando ambientes casi irreales.
La casa de las bellas durmientes es la novela más famosa de la literatura japonesa. Gabriel García Márquez estuvo siempre fascinado por ella. De hecho se basó en su argumento para escribir Memoria de mis putas tristes. García Márquez confesó que ésta fue la única novela japonesa que le habría gustado escribir.
Las edades de Lulú, de Almudena Grandes
Esta más que recomendable novela esconde tras la portada algo muy distinto de una historia sexi, frívola o romántica. Es el camino de una treintañera, rezagada en eso de madurar, que da el paso, más bien el salto, desde su idea de sexo adolescente, que vivió con un amigo de la familia, a un madurez sexual que la empuja de manera febril por un camino lleno de deseos peligrosos.
Su autora, que acaba de publicar Los pacientes del doctor García, una tremenda historia de la España de la dictadura, dejó en «Las edades de Lulú» una historia en la que el lector se encuentra con temas como el lesbianismo, el sexo con transexuales, zoofilia y pedofilia, juguetes sexuales, sadomasoquismo, y también con el incesto. Lo hace, de la mano de Lulú y Pablo, en el trasfondo de una sociedad, la española de 1989, que se está abriendo al mundo, superando una oscura, hipócrita y represora etapa, en todos los sentidos.
Bigas Luna la adaptó al cine al año siguiente y Almudena Grandes consiguió con esta novela el Premio a la Sonrisa Vertical.
El amante, de Marguerite Duras
Podría engañarme, creer que soy hermosa como las mujeres hermosas, como las mujeres miradas, porque realmente me miran mucho. Pero sé que no es cuestión de belleza sino de otra cosa, sí, de otra cosa, por ejemplo, de carácter
Es difícil permanecer inmune a la contagiosa pasión de esta novela autobiográfica de Marguerite Duras, traducida a casi todos los idiomas, que le valió a su autora, en noviembre de 1984, el prestigioso Premio Goncourt.
Tenía setenta años y llevaba muchos publicando, haciendo cine; suyo es el guión de «Hiroshima con amour», y gozaba ya de un prestigio incontestable, pero no fue hasta «El amante» cuando se convirtió en una escritora famosa.
Es muy emocionante esta novela autobiográfica, llevada al cine, en la que la autora expresa, con la intensidad del deseo aquella historia de amor entre una adolescente pobre de quince años y un rico comerciante chino de veintiséis.
«El Amante» es una historia aprendizaje, un viaje iniciático de una joven que la lleva hacia el descubrimiento del deseo sexual. En ese viaje descubre el poder de su feminidad y el deseo vital de ser escritora. También se descubre así misma como una mujer que se sitúa frente al mundo con valentía y decisión.
La Llave. Diario de un viejo loco, de Junichiro Tanizaki
Dos novelas fundamentales del imaginario erótico de Junichiro Tanizaki, en las que utiliza el diario como lugar de reflexión sobre el amor y el sexo.
«La llave» es la historia de un matrimonio que agoniza. Después de casi treinta años, un cincuentón profesor universitario se da cuenta de que la relación con su joven esposa Ikuko se agota.
Tiene la ocurrencia de redactar un diario donde recoge sus fantasías con la intención de que ella lo lea, y reavivar así la pasión. Poco después, ella comienza su propio diario.
El «Diario de un viejo loco» es el diario de Utsugi, un hombre de setenta y siete años que sabe que le quedan pocos meses de vida. Día a día desgrana en sus páginas su apasionada obsesión por Satsuko, la hermosa mujer de su hijo. Obsesión que tendrá consecuencias fatales.
La suave, deliciosa, sutil y poética pluma de Tanizaki, autor del exquisito libro El elogio de la sombra, transita en estas dos breves novelas por el doble efecto que puede tener el amor: despertar la vida o destruirla.
La vida sexual de Catherine Millet, de Catherine Millet
Catherine Millet, es una prestigiosa autora en el ámbito de la estética. Autora de monografías sobre artistas contemporáneos y ensayos sobre arte, un día decidió contar su extensa y tumultuosa vida sexual.
En resultado es uno de los libros eróticos más sorprendentes y audaces de la literatura francesa. Narrado con una claridad y crudeza extraordinarias y absolutamente inesperada.
Años después y como consecuencia de sus «confesiones» en este libro, Millet publicó el excelente y recomendable Celos: La otra vida de Catherine M.
La Pasión de Mademoiselle S., Anónimo
La pasión de Mademoiselle S. es un relato real, de auténtica lujuria, vivido en el bullicioso París de los años 20.
El texto es tan increíblemente perverso que Jean-Yves Berthault es incapaz de leer unas líneas en público. Berthault era diplomático cuando encontró las cartas de la misteriosa Simone, en las que se basa esta «pasión», mientras ayudaba a una amiga a vaciar un antiguo desván.
Las cartas, escritas en un lenguaje tan elegante como explícito, están firmadas por Simone y dirigidas a su objeto de deseo, Charles, su joven amante con quien mantenía una relación prohibida, pues él estaba casado. Se publicaron sesenta de las doscientas que encontró en un estuche de piel y escritas a mano.
Simone, una parisina de clase alta, relata en ellas sus deseos y fantasías mientras se adentra en un mundo de placer físico derribando tabúes que la conducen a lugares inesperados.
Estas cartas son un viaje por el mundo sexual y la psicología de una una mujer valiente que desafió las fronteras impuestas por la sociedad, a su sexo y clase social, para encontrar la libertad y a través de ella encontrarse a sí misma.
El texto erótico más apasionado jamás escrito, Le Parisien
Trópico de Cáncer, de Henry Miller
«Trópico de Cáncer» es una otra obra maestra de la literatura del siglo XX. Una de las novelas más rupturistas e influyentes de la literatura de lengua inglesa.
Publicada por primera vez en 1934 en París, y considerada por la crítica como la mejor obra de Miller, es un monólogo en el que describe su estancia en París en los primeros años de la década de 1930.
Su bohemia aventura parisina, vivía bajo los puentes hasta que su amante Anaïs Nin le ayudó a encontrar un trabajo, es retratada por Miller en esta fantástica novela en la que el sexo, descrito con enorme franqueza y detalle, y el alcohol se mezclan con las reflexiones sobre la situación del ser humano en un mundo en crisis.
Vista en un primer momento como una atrocidad moral por los sectores americanos más conservadores, fue tratada como una obra maestra por escritores tan distintos como T.S. Eliot, George Orwell, Gore Vidal, Norman Mailer o Lawrence Durrell.
Calle Dublín, de Samantha Young
La escritora escocesa Samantha Youg dió un giro a sus habituales novelas de género paranormal, fantástica y contemporánea, y triunfó en el mundo de los libros eróticos. Su primera novela en este género fue «Calle Dublin».
Young sitúa la historia en Edimburgo donde se traslada la protagonista buscando dejar atrás un trágico pasado en Estados Unidos. Pero su buscada estabilidad emocional se tambalea cuando conoce al hermano mayor de su compañera de piso.
Él es Braden Carmichael, un hombre que siempre consigue lo que quiere y lo que quiere ahora es Jocelyn Butler. Sabedor de que Joselyn no quiere una relación amorosa le propone dar rienda suelta al deseo que ambos sienten, sin dejar que su relación vaya más allá del sexo. Joselyn acepta, sin imaginar que el guapo escocés se enamorará de ella sin remedio.
La crítica coincide en que hay algo realmente refrescante en la forma de escribir de Samantha Young que la ha llevado a seguir en el campo de la novela erótica con un éxito abrumador. Samantha ha llevado el erotismo de sus historias a otras calles del mundo como Londres o Jamaica.
Silencio de Blanca, de José Carlos Somoza
Una manera de disfrutar de los libros eróticos es a través de las novelas. El título de esta novela «Silencio de Blanca» es un juego de nombres, silencio=pausa en un pentagrama, y la figura o nota musical blanca, que es el nombre de la enigmática y silenciosa Blanca.
Silencio de Blanca fue premiada en 1996 con el Premio La sonrisa vertical. Su autor se desmarca de los clichés del erotismo, transitando por él desde una ceremonia ritualizada, con la que consigue un acercamiento sutil a su objeto de deseo.
Su protagonista es un músico, de ahí el título, y como tal sabe que para conseguir una buena obra hay que someterse a una disciplina concienzuda, controlando las emociones más básicas. Sabe bien que el arte es deseo y artificio, y que el erotismo es un arte.
Siempre el mismo día de la semana, y siempre a la misma hora, Héctor, un solitario y maduro profesor de piano, se reúne con la misteriosa y joven Blanca, y juntos van inventando y escenificando todas las ceremonias que el deseo les ordena celebrar.
Elogio de la madrastra, de Mario Vargas Llosa
El Premio Nobel de Literatura de 2010, Mario Vargas Llosa, escribió en 1988 esta novela erótica, enmarcando la trama entre el complejo de Edipo, el erotismo y el arte.
Con un lenguaje exquisito y una riqueza narrativa, propia de su magnífica pluma, Vargas Llosa nos cuenta los sentimientos de un niño ante su madrastra que acaban en una situación descontrolada y sorprendente, ya que la atracción física que siente por ella acaba siendo compartida también de la madrastra hacia el niño.
Mitología y arte transitan por las páginas de esta deliciosa novela. Una historia apasionante y entretenida, que de la mano de sus personajes se pasea por una pinacoteca desde la que Vargas Llosa da rienda suelta a las posibles fantasías sexuales de los personajes que pueblan los cuadros.
Historia del ojo, de Georges Bataille
Según muchos «Historia del ojo» es la obra maestra de la literatura erótica. Narrada con la mejor prosa surrealista de este gran novelista y poeta francés, autor de «Las lágrimas de Eros», o de «Historia del erotismo», entre otra muchas joyas de la literatura erótica, plasma en sus páginas sus obsesiones por el sexo, la muerte y la fe, tan presentes en toda su obra.
Con una trama anecdótica y simple entrelaza las imágenes de manera automática e inconsciente evocando el ojo, el sol, el huevo, o los genitales del toro, con toda la carga de connotaciones atávicas, enseñándonos su contenido erótico más revulsivo.
La joven Simone es una transgresora de todas las reglas permitidas en el comportamiento sexual. Ella es la encarnación del placer, del deseo, de lo prohibido que al ser fruto del mal es portador del máximo castigo: la muerte.
Esta edición está acompañada de un magnífico ensayo de Mario Vargas Llosa, titulado «El placer glacial». Las espléndidas ilustraciones que iluminan la novela son obra de Hans Bellmer, uno de las más destacados artistas plásticos del movimiento surrealista.
Cuentos reunidos, de Ramón Irigoyen
Ramón Irigoyen habla en estos magníficos cuentos, de amor, sexo y odio, entre otros temas, y lo hace con un gran sentido del humor.
De los veintinueve cuentos incluidos, veintiuno están dedicados al amor y al sexo en un variado muestrario de circunstancias: el amor y el deseo sexual durante la infancia y la adolescencia, la etapa de noviazgo tradicional, el matrimonio, la homosexualidad, la promiscuidad sexual, e incluso la zoofilia, el sexo con animales.
Si se puede sentir amor por un canario, ¿por qué no puede ser limpio el amor a primera vista por Manuela, una oveja riojana tan inteligente, tan maravillosa y tan delicada como la Laura que cantó Petrarca?
Del autor ha dicho Francisco Umbral: “Ya era hora, coño, de encontrar una gran prosa castellana, nueva, vieja y eterna».
Justine o Los infortunios de la virtud, del Marqués de Sade
Justine es un clásico imprescindible entre los libros eróticos. Escrita mientras Sade permanecía encarcelado en la bastilla, a finales del siglo XVIII, de donde la sacó clandestinamente su entonces esposa.
A ella le explica Sade su libro:
El objetivo de esta novela es presentar por todas partes al Vicio triunfante y a la Virtud como víctima de sus sacrificios; a (Justine) una desgraciada vagando de desventura en desventura cual juguete en manos de la maldad, entregada a todos los desenfrenos, al albur de los gustos más bárbaros y más monstruosos, aturdida por los sofismas más atrevidos y más perversos, presa de las seducciones más hábiles, de las sumisiones más irresistibles…
… atreverse en resumen a las descripciones más osadas, a las situaciones más extraordinarias, a los pensamientos más espantosos, (…) con el único fin de obtener de todo ello una de las más sublimes lecciones de moral que el hombre haya recibido jamás: era, habrá de convenir, alcanzar el objetivo por un camino hasta ahora jamás hollado por él».
No fue en su época entendido así, pero si hoy sigue causando incomodidad, ¿que no sería hace más de 200 años?
El Marqués siguió escribiendo sobre un tema para él fascinante y entre otros títulos nos dejó también Juliette o las perversas 120 jornadas de Sodoma (tal vez la obra más transgresora de la historia de la narrativa erótica mundial.)
En brazos de la mujer madura, de Stephen Vizinczey
Tratar de hacer el amor con alguien que es tan torpe como uno mismo me parece tan insensato como meterse en aguas profundas con otro que tampoco sepa nadar. Aunque no te ahogues, te llevas un buen susto. ¿Por qué sufrir?
Como curiosidad esta novela fue lectura prohibida durante la dictadura de Franco. Y ha sido llevada varias veces al cine con el desagrado del escritor.
«En brazos de la mujer madura» es un divertimento erótico en el que conviven las anécdotas autobiográficas, la ficción y la crónica histórica.
La novela tiene una irónica dedicatoria que dice mucho de su contenido:
Este libro está dedicado a los hombres jóvenes y dedicado a las mujeres maduras; y la relación entre unos y otros es mi propuesta”; lo cual se reitera en el consecutivo prefacio: “A los jóvenes sin enamorada” (quienes quizá lean con reprimido acné y una sola mano), firmado en “Ann Arbor, Michigan”, por el tal András Vajda, “Profesor adjunto” del “Departamento de Filosofía” de la “Universidad de Michigan.
Teleny, de Oscar Wilde
Teleny es una novela pornográfica homosexual que se convirtió en la obra maldita de Oscar Wilde. En ella el autor hace un autorretrato en el que refleja su anverso y su reverso: un seductor insistente y un infiel constante, un celoso enamorado y un amante enardecido, un iniciador en los juegos eróticos y un discípulo aventajado.
A Oscar Wilde le costó la cárcel, y el abandono de su obra y de su persona, su constante desprecio a las leyes de la estricta sociedad victoriana.
Ni que decir tiene que la confesión novelada de sus amores convirtieron a «Teleny» en la obra más prohibida y en vano silenciada del autor de El retrato de Dorian Gray.
Diarios amorosos, de Anaïs Nin
Este libro reúne en un solo volumen «Incesto» y «Fuego», los diarios amorosos no censurados una escritora fascinante: Anaïs Nin, autora también de la joya: Delta de Venus.
Pocos textos se adentran en la vida sentimental de una mujer, con tanta sinceridad, lucidez, inteligencia y sensibilidad. Su vida sexual fue escandalosa y amoral, pero vaya lujo que son estos diarios.
En «Incesto» (1932-1934), aparecen por primera vez todos los fragmentos omitidos en las anteriores ediciones de la obra, destaca la decisiva transgresión que supuso el incesto con su padre. Estos hechos siembre estuvieron presentes en la mente de Anaïs, a pesar de ser una mujer de apariencia tan libre de ataduras y prejuicios.
En «Fuego» (1934-1937), Nin continúa con el apasionante relato de su vida. En sus páginas nos cuenta sus experiencias en París y Nueva York.
Con una finura de bisturí disecciona un análisis psicológico de ella y de sus amantes y aborda sus conocidas relaciones con Henry Miller y el psicoanalista Otto Rank, con Rafael Alberti o Alejo Carpentier, entre otros, con una sinceridad tan poderosa como la intensidad de sus deseos erótico-amorosos.
Aplazo la muerte por vivir, por sufrir, por equivocarme, por arriesgar, por dar, por perder.
Qué equivocado es para una mujer esperar que el hombre construya el mundo que quiere, en lugar de crearlo ella misma.
Ada o el ardor, de Vladimir Nabokov
La historia más maravillosa que hayan producido la fantasía (estrictamente erótica) y el sarcasmo. Félix de Azúa.
Publicada cuando el autor de Lolita cumplía setenta años, «Ada o el ardor» es a la vez una crónica familiar y una historia de amor (incestuoso). Es también la feliz plenitud de la obra de Nabokov.
Bella, hedonista y compleja obra en la que el autor cuenta la historia de dos hermanos que creyéndose sólo primos viven en la adolescencia un apasionado amor.
Con motivo del noventa y siete cumpleaños de Van (el primo de Ada), ambos se sumergen en la nostalgia más placentera, y reviven los distintos avatares de su amor convencidos de que la felicidad y el éxtasis más ardoroso están al alcance de todo aquel que conserve el arte de la memoria.
No sólo la obra maestra de Nabokov sino una de las más valiosas novelas mundiales de este siglo. Pere Gimferrer.
Emmanuelle, de Emmanuelle Arsan
Novela considerada en su momento en Francia, y en todo el mundo, como escandalosa, condenada prácticamente a la clandestinidad, es en la actualidad un clásico dentro de los libros eróticos.
Emmanuelle es la jovencísima esposa de un ingeniero, Jean, que por motivos de trabajo la espera en Tailandia. Ya en el avión que la traslada a Bangkok, Emmanuelle comienza a vivir el prólogo de lo que le espera en el exótico país al que se dirige.
Una vez allí será introducida en la colonia de europeos que residen en Bangkok: un mundo refinado, selecto y restringido que está entregado al disfrute de todos los sentidos.
Allí Emmanuelle disfruta de una filosofía natural y optimista de la vida, y de la mano del italiano Mario, maestro en las artes amatorias, da rienda suelta a su felicidad: hacer el amor a todas horas, en cualquier circunstancia, con quien sea, mujer, hombre, en singular o en plural, con cualquiera que se lo pida y que a ella le guste.
La historia fue un gran éxito cinematográfico. Dirigida por Just Jaeckin y protagonizada por la actriz Sylvia Kristel.
Jin Ping Mei, Anónimo
Esta inmensa novela es uno de los cuatro libros más importantes de la cultura china. Sus páginas están repletas de un erotismo inaudito. Jin Ping Mei es uno de los libros más célebres y malditos de la cultura asiática. El autor, o autores, se esconden tras el seudónimo El erudito de las carcajadas.
Relaciones adúlteras, lujuria descarnada, personajes sin escrúpulos, transitan en una trama de relaciones entre el poder y el sexo, poblando estas historias de situaciones eróticas envueltas en la sofisticada pulsión del lejano oriente.
Historia de O, de Pauline Réage
Historia de O es un clásico de la literatura erótica. La protagonista, O, es una fotógrafa parisina del mundo de la moda que ingresa en una fraternidad sadomasoquista por influencia de René, su maestro y amante.
Las prácticas sexuales a las que se somete voluntariamente O, en las que se mezclan el dolor y el placer, el castigo y el alivio, le hacen vivir vivencias estremecedoras. En medio hay una búsqueda de los límites del alma humana. ¿Hasta dónde se está dispuesto a llegar en una entrega sin límites y porqué?
En las páginas de la Historia de O, se sentaron las bases de un nuevo erotismo.
Adicta a ti, de Laurelin Paige
Cincuenta sombras de Grey propició un auge de las novelas romántico-eróticas. Desde entonces han proliferado varias sagas de personajes enredados entre el amor y el sexo.
Una de estas sagas es la encabezada por esta primera novela de una trilogía que se ha convertido en superventas. Una historia que tiene un componente añadido a la atracción y al sexo; ella padece un trastorno psicológico que la conduce a la adicción amorosa hasta el punto de tener alguna orden de alejamiento, y él también viene de transitar por caminos oscuros.
El resultado es una endemoniada relación romántico-erótica que tiene enganchadas a miles de personas.
Lisario o el placer infinito de las mujeres, de Antonella Cilento
La autora italiana Antonella Cilento retrocedió al Nápoles del siglo XVII para contar una historia en la que bucea por el placer que puede sentir una mujer sin necesidad de un hombre.
Para ello, mezclando los géneros de novela histórica y erótica, cuenta la historia de Lisario Morales. Una joven de quince años a la que sus padres quieran casar con un anciano. Ambientada en el Virreinto español de Nápoles, Cilento retrata una joven de la nobleza napolitana que lee a escondidas a Cervantes y escribe cartas a la Virgen para aliviar su soledad.
Para no casarse con su poco atractivo pretendiente finge dormirse y no despertar. Su familia pide ayuda al médico catalán Avicente Iguelmano, quien utilizando una terapia secreta e ilícita, cura a Lisario. En agradecimiento, los padres se la entregan como esposa. El matrimonio despierta en Lisario un deseo incontrolable de energía liberadora, y el amor del joven médico deriva en una perturbadora obsesión por el misterio del voluptuoso placer femenino.
Estamos ante una gran gran novela histórica y erótica, finalista del prestigioso Premio Strega, de quien José Vicente Quirante Rives, exdirector del Instituto Cervantes de Nápoles dijo:
La novela que Cervantes habría escrito si hubiese sido mujer.
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